Para leer el Ulises de Joyce.

 


Hace algunos días asistí a la presentación del último libro de Joe Broderik, “Para leer el Ulises de Joyce”, publicado por ICONO Editores y presentado en la librería Balzac en una conversación entre su autor y el escritor Pedro Badrán.

Sabemos que Broderik ha realizado durante casi dos décadas un taller en su residencia que tiene ese propósito: Leer el Ulises de Joyce.  Novela compleja esta, que relata las cotidianidades íntimas de su protagonista Leopold Bloom en casi 24 horas, en las que recorre un breve espacio de Dublín. Todos sabemos que está llena de “monólogos interiores”, de referencias a personajes y acontecimientos en la ciudad y que tiene lugar en ese último lapso de la lucha por la independencia del sometimiento de los ingleses.

En el Taller, Joe lee en voz alta la novela, describe Dublín, explica las connotaciones y pone alerta a los asistentes sobre el cuándo y el porqué del monólogo interior y entona o trepa el volumen de su voz para pasar a un susurro de Molly. Es esto lo que hizo que primero fuesen sus amigos y luego llegaron de varias partes de la ciudad a su taller, que se anunciaba, lo recuerdo, con un afiche que en una oportunidad mostraba a Marilyn Monroe leyendo en un parque infantil el libro de James Joyce en esa hermosa edición inglesa empastada en cuero.

Tal vez fue este recuerdo o la conversación inteligente entre Pedro y Joe o la actuación teatral de este último, lo que me obligó a arrepentirme por no haber asistido a su taller siendo este un amigo y su residencia un lugar donde hemos dialogado sobre otros temas, no el de Joyce. Por eso comencé su libro esa misma noche, lo comprobé al instante, es la compilación ordenada y la síntesis de sus talleres, sus apuntes jocosos, su actuación y lectura teatral, las pausas para el café y el relato de sus reiteradas emociones sobre la obra que dio comienzo a la novela contemporánea. Y porqué no, me dije, hacer ahora el Taller de Broderick a través de este Diario de lectura compartida.

En eso me encuentro, emocionado, comparando traducciones, leyendo de nuevo los cuentos de Joyce, especialmente “Eveline” y “Los muertos” en una edición muy popular de “Dublineses” de la Editorial mexicana “La nave de los locos”, re-leyendo su novela corta “Retrato del artista adolescente” y el gigante “Ulises”.

Pero el motivo de esta nota es contarles que estoy realizando el Taller del viejo Joe… que ahora lo hago a través del libro “Para leer el Ulises de Joyce”. Termino el capítulo y abro a Joyce y leo el capítulo del “Ulises”, uno a uno, releo, converso con los personajes anónimos que asisten al taller y pongo notas al margen que son mis comentarios a mi amigo Joe Broderik, que además acaba de cumplir noventa lúcidos años… un abrazo.

(C. Torres abril 21 de 2025)


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