Un día para Antonio Beneyto... a cuatro años de su muerte

 



Un día para Antonio Beneyto.

Hoy todo empezó con "Un bárbaro en Barcelona" de la edición española "Petits Llibres" que puso con intención en mis manos la poeta Anabel Torres.

Hace unos 15 años supe de este pintor español surrealista y quién acuñó y explicitó eso del "postismo" para poder pararse más allá de la vanguardia. Supe de él porque sostuvo una larga amistad epistolar con Alejandra Pizarnik y aunque no se conocieron sí hubo un entrecruzar de afectos, reflexiones, expresiones pictóricas y poéticas y con seguridad influencias. Luego volví a él porque el poeta italiano Alessandro Prusso hablaba de esta relación y del pintor como si todo hubiera sido ayer, y a la vuelta de la esquina.

Beneyto murió el 23 de octubre de 2020, víctima del coronavirus a la edad de 86 años. Pintor, escultor, escritor y protagonista del videoarte. En 1967 se trasladó a Barcelona y se convirtió en un gran embajador de la ciudad pues todo el tiempo vivió en el barrio Gótico, sus calles forman su obra pues con agudeza visual las deformó en su imaginación. Son centenares de obras, decenas de libros, millares de páginas sueltas entre las que existen cartas, reflexiones, mensajes para no olvidar que estuviste aquí en el taller, donde pasaron sesenta años de amistades y sensatas incorduras.

Hoy me he pasado el día entre sus poemas, sus dibujos que por centeneres aparecen en internet, las entrevistas, reportajes, eventos recordatorios y todos coinciden en su cuestionamiento de la realidad, de lo que consideraba importante en el momento; por su enorme capacidad de sacudir la cotidianidad, el mundo que nos rodea, de alterarlo, de hacerlo saltar, de dotarlo de nervio y sobre todo de movimiento. Nadie como él para la distorsión, que permite ver más allá y lo que realmente es.

"Un bárbaro en Barcelona", 2009, es breve, intenso, de recodos y de versos, posee dos partes, la primera, tiene por título el nombre del libro y entre paréntesis, (Henry Michaux), es decir, “el bárbaro”. Son dieciséis poemas, muy cortos, pero de gran exquisitez: la idiomática local, …introducida para deformar al sujeto, para decir a través de sus ojos, para contar el acontecimiento en el barrio gótico, para camuflarse en ese nudo de imágenes reflejadas en espejos retorcidos que son sus calles, donde reside: su taller, su alma y los amigos.

Van dos breves poemas en prosa:

5.

Los zapatos que usó Henri Michaux, siendo “Un bárbaro en Barcelona”, cuando visitó por primera vez esta ciudad mediterránea en busca del rastro que el poeta André Pieyre de Mandiargues dejó en “Le bain de la Mauriac” del barrio “El Raval”.

6.

El murnio es pretencioso y gobazón, por esto acaba siendo un animal de cuatro patas adornado con aletas o ¿tal vez son lletas?

(Antonio Beneyto)


Claro que daré otro ejemplo, pero sobra, pues me basta con rogarles que se imaginen el dibujo de Beneyto, resultado o antesala del poema, sabiendo ahora que “Murnio” es el embotamiento de la cabeza a causa de un terrible catarro en pleno verano.

 

La segunda parte del libro se titula, igual que la primera, pero con otras palabras: “Un postista en el Gótico” y en paréntesis dice su nombre, Antonio Beneyto, pues aquí se plasma su autorretrato en el barrio Gótico de Barcelona. Él, el fundador del post-ismo y los poemas cortos que le siguen describen la deformidad de los objetos al ser pasados por su pupila y el erotismo cotidiano, en las calles, en el cine, el de “Las falenas negras invadiéndote/ con fruición tu antiguo corazón/ porque al cristalino de tus ojos le nació la opacidad, / le nació la pasajera telilla/ impidiendo el paso de la luz”.

Texto en verso sobre su vejez, en la esquina del taller, entre las “falenas”(2) negras sobre la calle.

Pero en su poesía está su trabajo de pintor, la acuarela, esa aguada sobre el papel y el dolor maravilloso de la tinta china en el amanecer.

Termino con dos bellos poemas:

 

El gouache


Cuando el gouache chorrea

por el papel virgen

es como sentir dentro de uno mismo

otro ser,

es como deambular por los tejados

de mi ciudad: Barcelona.

Es como convivir en un hormiguero,

es como hacer el amor

con mi tortuga… Ay

 

La tinta china

 

Cuando en la madrugada escucho

el apenas perceptible ruido

que produce el trazo raspante

de la plumilla,

siempre bañada en tinta china,

entonces presencio

como el papel queda mancillado

y yo, en una nube, siento el gozo

clavado en la espina dorsal… Ay!

 

(Antonio Beneyto)

 

 (1) Falena: Mariposa de cuerpo delgado y alas anchas y débiles que se mimetizan con los árboles. Beneyto las menciona pues así se dice en el argot de la ciudad a las trabajadoras sexuales de Barcelona.

(2)     (2) Gouache: es un tipo de pintura con base al agua. Esto hace que se asemeje a la acuarela pero su mayor concentración de pigmento hace que sea más opaca que la acuarela.


(Carlos Luis Torres Gutiérrez, 20 de octubre de 2024)


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