Sobre "Una trilogía palestina", novelas de Ghassan Kanafani.

 

Tres historias en palestina.

Por: Carlos Luis torres G.

Escritor.

Llegó a mis ojos el texto de la primera novela de Ghassan Kanafani, escritor palestino nacido en Acre, el 9 de abril de 1936 y muerto el 8 de junio de 1972. Su novela “Hombres en el sol” 1962, me llega, en formato digital, y a pesar de ello, quedé atrapado a la pantalla de mi computadora, pues es esta una novela representativa, de eso que el autor denominó: “Literatura de resistencia”. No se trata de un lamento, ni una queja puesta, es una hermosa novela con elementos líricos y un realismo crudo, altivo, que aborda el interior de los personajes en medio de una narrativa con estructura muy contemporánea.

Ghassan Kanafani, huyó con su familia a Beirut a la edad de 12 años, en 1948 y a raíz de la guerra árabe-israelí. Se refugió luego en Kuwait donde se hizo maestro de escuela y más tarde regresó a Beirut donde ingresó al Frente Popular para la Liberación de Palestina en 1967, sirviendo como portavoz y director de su periódico. El 8 de julio de 1972, Kanafani fue asesinado en Beirut, junto con su sobrina, en un coche bomba.

Cuatro de sus novelas han sido traducidas al inglés y dos libros de ensayo suyos. Tres de estas: “Hombres en el sol”, “Lo que nos queda” 1966 y “Um Saad” 1969, han sido traducidas por la española María Rosa de Madarriaga (1937-2022), especializada en literatura de Marruecos. Ustedes pueden leer estas tres novelas en link que estará al final de la nota.

“Hombres en el sol” relata la historia de tres hombres que intentan pasar a Kuwait en un camión cisterna en busca de trabajo para poder enviar a sus familias, como miles de migrantes de todo el mundo, que arriesgan todo por un futuro incierto. La novela no posee una estructura temporal lineal; empieza en tiempo ya adelante de la historia de uno de sus personajes Abu Qais, y retrocede, para avanzar luego mientras describe su vida y las razones del viaje, en medio de un lenguaje, en oportunidades con un gran lirismo, en otras con escueto realismo, mientras se cruza con la historia de otro, su amigo Saad y lo hace dejando un corto espacio en blanco en la página, que obliga al lector a retroceder, pues sin continuidad de tiempo, ni de historia, ni de personajes, sino al ritmo de una palabra que suena en el aire dejando un aroma (nudo, hojas, viento), nos sorprende y debemos regresar para entender esa fractura, ese corte narrativo, que pega historias y personajes en este viaje difícil, duro, violento, degradante, afectivo, solidario, que se ve entre estos hombres palestinos y nosotros lectores.

No se trata de una lectura fácil, además se hace vigente hoy que tenemos entre las manos los acontecimientos de los últimos días. Una lectura que parece un caminar por el desierto, pues nos confundimos, todas las dunas y los horizontes son iguales, todos los personajes tienen en común un pasado que añoran, una tierra, un olor, un amor que los hace iguales al desierto.

Una novela que deja una profunda herida en nuestras manos pues tratamos de aprenderla, y sin lograrlo, nos quedamos, con tan solo una mancha de sangre seca, que aparece sin darnos cuenta.  

En esta novela, desde muy temprano, sentimos un aliento a Juan Rulfo, el autor mexicano. Ambos son escritores de los hombres; la naturaleza se confunde con ellos, el dolor y la rudeza se funden para mostrar un entorno narrado desde abajo. Gasán y Juan, dicen mucho con pocas palabras pues su literatura se nutre de la dureza del mundo, de lo sublime de la sencillez, de la lucha del hombre contra lo que queda afuera. Son poemas en prosa, donde todo suena, el desierto, el viento, el olor, el nombre de los hombres: “Zacarías”, lo utilizan ambos escritores por la sonoridad que tiene.

Este segundo cuento (novela corta) comienza avanzada la historia y luego retrocede para completar poco a poco la información que el lector requiere para entender la razón del odio que circula entre los tres personajes de la acción. Pero el cruce temporal se acentúa y se traslada a un cruce de voces entre los personajes, hasta que la maravilla ilumina su propuesta literaria, al convertir al desierto y al reloj de pared en personajes que hablan y conversan como narradores a un narratario que somos nosotros los lectores de una historia sencilla de cualquier emigrante palestino, pero como en Rulfo, las vacas y los becerros sienten y un antropomorfismo se revela dejando al lector asombrado.

Es tan importante este entrecruce de tiempos-narradores-naturaleza que Kanafani siente miedo y pone una nota explicatoria al comienzo de la novela, donde lo dice:

“Los cinco personajes de esta novela, no se mueven siguiendo líneas paralelas ni tampoco contrarias, como parecería a primera vista, sino líneas discontinuas que a veces convergen hasta el punto de fundirse en solo dos. Esta convergencia afecta también al tiempo y al espacio, ya que no hay ninguna separación precisa entre lo que sucede… Reconocemos la dificultad que supone entrar en un mundo en el que todo se confunde, pero era inevitable que así fuera si queremos que la novela exprese de una vez todo lo que se ha propuesto decir, por eso hemos recurrido al artificio de utilizar caracteres diferentes” (nota inicial de aclaración, extractos de Gasán Kanafani). Sin embargo, todas estas marcas no son suficientes, es necesario retroceder y volver a leer, quedan, afortunadamente, algunas cosas ambiguas.

La novela retoma el mismo tema del anterior, un hombre muy joven intenta pasar la frontera y se encuentra con un soldado israelí; una mujer se casa por haber quedado embarazada de un hombre mayor casado y con cinco hijos: Ambas parejas de personas se encuentran muy juntas y se establece una reflexión profunda, basada en interrogantes íntimos sin respuesta y en la oscuridad de la noche, una lucha simultánea, a pesar de la distancia, se sucede con la violencia que solo es capas de reproducir una prosa contundente, desnuda, filuda, precisa, de muerte.

Novela corta, un cuento, diríamos en occidente, pero suficiente para apreciar la factura literaria del autor. El rencor, es el hilo que une estas dos historias que tensionan y cuyo desenlace obliga al lector a parar por un momento, pues continuar es excesivo si pensamos en los filosos rincones de las emociones de los hombres.

“Um Saad” es la tercera novela. El título es el nombre de una mujer, la madre de un joven que se va a luchar con los Fedayin en el desierto contra la ocupación de Israel. La novela tiene el ímpetu, la pasión, el amor de una madre que da su hijo para la guerra y lo acompaña, lo cubre, le ayuda en la tarea. Esta novela es la homóloga de “La Madre” de Máximo Gorki durante la Revolución Rusa y que se convierte en un hito mundial de la literatura realista revolucionaria de comienzos de 1900. Kanafani llama a esta forma de literatura realista, comprometida, poética, la llama “literatura de resistencia” para estar al tono con la lucha de resistencia del pueblo palestino.

La novela son multitud de episodios cortos que tipifican a la madre, Um Saad pero también, a la familia, sobre todo al conglomerado de refugiados que viven en carpas, hacinados preparándose para la guerra, permitiendo el apresto de sus hijos para alistarse en el ejercito Fedayin, que se enfrenta a Israel.

Kanafani es aquí el narrador principal, quién recibe en su casa a la madre Um Saad, quién con frecuencia viene a contarle a pedazos salteados su vida y sus durezas. Él, un escritor, un hombre letrado, como le dice aquella, toma atenta nota y nos presenta a nosotros, los lectores, la historia de una mujer comprometida con la causa y la lucha guerrillera. La novela es ya la muestra de lo por él ha llamado “literatura de resistencia” o historias de la lucha del pueblo, que lejos de ser “panfleto”, da cuenta desde un solo lado, de la difícil forma de sobrevivir bajo el acoso de Israel.

Obvio que esa combinación de la peripecia, con el manejo del tiempo, de la intriga, del secreto, de la metáfora constante, de la pretensión no completa de lo psicológico, conforman una obra literaria. Una obra que abre ojos, explica, pone sentimiento a un lector iniciado en la problemática del medio oriente.

Son estas novelas “terrígenas”, rurales, cuya imagen poética desierto-aire-cielo está al servicio de la dureza de la vida de la mujer palestina. Kanafani muestra esta sociedad machista y a la mujer aguerrida sentarse humilde y presenciar la sombra burda de los hombres que son sus maridos. Tal vez en esta última novela (“Um Saad”) vemos la transformación del hombre esposo, pues al presenciar los avances en el entrenamiento de su hijo menor, reconoce que lo debe a ella, la madre. El autor atisba este filón en su literatura pero no tiene tiempo para explicitarlos, muere demasiado joven sin haber podido expresar la maduración de su estilo y una corriente literaria que estaba ya delimitada como: literatura de resistencia. 

Tres excelentes novelas, sorprendentes desde lo episódico y desde lo literario. Lectura que debemos hacer no solo el público sino aquellos que deben aprender el oficio de los maestros.

 Pueden bajarla del siguiente Link:

https://ww2.ebookelo.com/ebook/70709/una-trilogia-palestina

(Carlos Luis torres, octubre 25 de 2023)


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